El Ají de Gallina es un plato tradicional de la gastronomía peruana que tiene sus raíces en la época colonial. Consiste en una cremosa salsa de ají amarillo y nueces, acompañada de pollo deshilachado, papas y aceitunas, servida sobre arroz blanco. Es un plato rico en sabores y texturas, con un toque ligeramente picante.
Ingredientes
Instrucciones
En una olla grande, hierve los filetes de pechuga de pollo en agua con sal hasta que estén tiernos. Luego, deshiláchalos en hebras finas y reserva el caldo de cocción.
En una sartén grande, calienta un poco de aceite y agrega la cebolla picada y el ajo picado. Sofríe hasta que estén dorados y suaves.
Agrega el ají amarillo fresco picado (sin semillas ni venas) y las nueces picadas. Cocina por unos minutos más.
Transfiere la mezcla de la sartén a una licuadora o procesadora de alimentos. Agrega un poco de caldo de pollo reservado y licúa hasta obtener una salsa suave y homogénea. Si es necesario, agrega más caldo para lograr la consistencia deseada.
En la misma sartén, calienta un poco más de aceite y agrega la salsa de ají amarillo licuada. Cocina a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente, durante unos minutos hasta que la salsa se espese ligeramente.
Agrega la crema de leche y el pan remojado en caldo de pollo. Cocina por unos minutos más, revolviendo constantemente, hasta que la salsa esté bien incorporada y tenga una consistencia cremosa.
Agrega el pollo deshilachado a la salsa y mezcla bien. Cocina a fuego bajo durante unos minutos para que los sabores se mezclen.
Sirve el Ají de Gallina sobre arroz blanco caliente y acompáñalo con papas sancochadas (hervidas) y aceitunas.
Opcionalmente, puedes decorar con hojas de perejil picadas y rodajas de huevo duro.
Ají de Gallina
Sirve: 4 Personas
Tiempo de preparación: 30 minutos
Tiempo de cocción: 1 hora
Calorías: 500
Dificultad:
Medio
El Ají de Gallina es un plato tradicional de la gastronomía peruana que tiene sus raíces en la época colonial. Consiste en una cremosa salsa de ají amarillo y nueces, acompañada de pollo deshilachado, papas y aceitunas, servida sobre arroz blanco. Es un plato rico en sabores y texturas, con un toque ligeramente picante.
Ingredientes
Instrucciones
En una olla grande, hierve los filetes de pechuga de pollo en agua con sal hasta que estén tiernos. Luego, deshiláchalos en hebras finas y reserva el caldo de cocción.
En una sartén grande, calienta un poco de aceite y agrega la cebolla picada y el ajo picado. Sofríe hasta que estén dorados y suaves.
Agrega el ají amarillo fresco picado (sin semillas ni venas) y las nueces picadas. Cocina por unos minutos más.
Transfiere la mezcla de la sartén a una licuadora o procesadora de alimentos. Agrega un poco de caldo de pollo reservado y licúa hasta obtener una salsa suave y homogénea. Si es necesario, agrega más caldo para lograr la consistencia deseada.
En la misma sartén, calienta un poco más de aceite y agrega la salsa de ají amarillo licuada. Cocina a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente, durante unos minutos hasta que la salsa se espese ligeramente.
Agrega la crema de leche y el pan remojado en caldo de pollo. Cocina por unos minutos más, revolviendo constantemente, hasta que la salsa esté bien incorporada y tenga una consistencia cremosa.
Agrega el pollo deshilachado a la salsa y mezcla bien. Cocina a fuego bajo durante unos minutos para que los sabores se mezclen.
Sirve el Ají de Gallina sobre arroz blanco caliente y acompáñalo con papas sancochadas (hervidas) y aceitunas.
Opcionalmente, puedes decorar con hojas de perejil picadas y rodajas de huevo duro.
Soy Pedro López, amante de la cocina. Comparto las mejores recetas de comida: saludables, reconfortantes y postres deliciosos. ¡Bienvenidos a mi mundo culinario!