Flan de Vainilla

El flan de vainilla es un postre clásico y delicioso que se caracteriza por su textura suave y cremosa. Se prepara con huevos, leche, azúcar y esencia de vainilla, y se sirve generalmente con un caramelo líquido.

Ingredientes

• 4 huevos
• 1 lata (400 ml) de leche condensada
• 2 tazas (500 ml) de leche
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 1/2 taza (100 g) de azúcar

Instrucciones

1. Precalienta el horno a 180°C (350°F). Prepara un molde apto para horno de aproximadamente 20 cm de diámetro y reserva.
2. En una cacerola pequeña, coloca el azúcar y caliéntalo a fuego medio-bajo. Deja que el azúcar se derrita lentamente, revolviendo ocasionalmente con una cuchara de madera, hasta que se forme un caramelo dorado. Ten cuidado de no quemar el caramelo.
3. Vierte rápidamente el caramelo en el fondo del molde y mueve el molde de manera circular para que el caramelo cubra uniformemente la base. Deja que el caramelo se enfríe y endurezca.
4. En un tazón grande, bate los huevos con un tenedor o un batidor de mano. Agrega la leche condensada, la leche y la esencia de vainilla. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén incorporados.
5. Vierte la mezcla de flan en el molde caramelizado, asegurándote de que quede bien distribuida.
6. Coloca el molde de flan en una bandeja para horno más grande y vierte agua caliente en la bandeja hasta que llegue aproximadamente a la mitad de la altura del molde. Esto crea un baño de agua que ayudará a cocinar el flan de manera uniforme.
7. Lleva el flan al horno precalentado y cocina durante aproximadamente 50 minutos o hasta que esté firme en los bordes y aún un poco tembloroso en el centro.
8. Retira el molde del horno y del baño de agua. Deja que el flan se enfríe a temperatura ambiente y luego refrigera durante al menos 4 horas, o preferiblemente durante toda la noche, para que tome consistencia.
9. Para desmoldar el flan, pasa un cuchillo filoso por los bordes del molde y coloca un plato invertido sobre el molde. Voltea rápidamente el molde y el flan debería deslizarse hacia el plato con el caramelo líquido cubriendo la superficie.