Sardinas empanadas al pimentón, con salsa tártara

Crujientes por fuera, tiernas por dentro y con un sabor irresistible, estas sardinas empanadas al pimentón son una excelente opción para quienes aman los sabores del mar. Acompañadas de una suave salsa tártara casera, el contraste entre lo ahumado del pimentón y lo ácido de la salsa resulta perfecto. Esta receta, además de sabrosa, es rápida de preparar y muy nutritiva. Ideal para una comida ligera, una entrada especial o incluso una cena informal. Las sardinas, empanadas con pan rallado y pimentón dulce, se fríen en aceite de oliva bien caliente para lograr un rebozado dorado y crujiente que resalta su frescura. ¡Una delicia con sabor mediterráneo!

Ingredientes

• 24 sardinas
• 100 g de harina
• 2 huevos
• 100 g de pan rallado
• 2 cdas. de pimentón dulce
• Aceite de oliva, sal
• - Para la salsa tártara
• 25 g de pepinillos agridulces
• 25 g de alcaparras
• ¼ de cebolleta
• 100 ml de salsa mayonesa
• 1 ramita de perejil
• 1 cda. de zumo de limón
• Pimienta negra, sal
• - Para decorar
• 1 limón
• Unos tallos de cebollino

Instrucciones

1. En el mercado, elegimos sardinas muy frescas y todas de un tamaño similar, no demasiado pequeño. Ya en casa, las limpiamos muy bien retirándoles la cabeza, las vísceras y la espina central, y las abrimos como si fueran las alas de una mariposa. Después, las lavamos con agua fría y las secamos, una a una, con papel absorbente de cocina.
2. Hacemos la salsa tártara. Escurrimos los pepinillos y las alcaparras de su líquido de conservación, los enjuagamos y volvemos a escurrirlos; picamos los pepinillos. Limpiamos la cebolleta retirándole las raíces, la primera capa y la parte verde más dura, y la lavamos, con el perejil; picamos ambos. En un bol, mezclamos todos estos ingredientes con la mayonesa y condimentamos con sal y pimienta molida. Vertemos el zumo de limón y removemos hasta que se incorpore.
3. Sazonamos los filetes de pescado por ambas caras y los pasamos, primero por harina, después por los huevos batidos y, por último, por el pan rallado mezclado con el pimentón. Freímos las sardinas en una sartén con abundante aceite caliente, las retiramos y las dejamos escurrir sobre papel absorbente.
4. Lavamos el limón y el cebollino; picamos este y cortamos el limón en gajos. Espolvoreamos las sardinas con el cebollino y las servimos, con el limón a un lado y la salsa aparte.
5. - NOTA
6. INTRODUCIMOS los dos dedos pulgares entre la carne de las sardinas y la espina central, hasta que esta se desprenda.
7. SUJETAMOS cada pieza por el extremo de la cola y la rebozamos con la mezcla de pan rallado y pimentón, por todos lados.
8. RETIRAMOS las sardinas de la sartén en cuanto veamos que están doraditas por fuera; si nos despistamos se quemarán.