Estofado de conejo al azafrán

Este estofado de conejo al azafrán es una receta llena de tradición y sabor. Con una base de verduras, almendras y un majado aromático con azafrán, el resultado es un guiso de carne tierno, jugoso y profundamente especiado. Ideal para quienes disfrutan de la cocina casera con un toque especial.

Ingredientes

• 1 conejo troceado
• 50 g harina
• 4 patatas
• 1 tomate
• 1 cebolla
• 4 dientes de ajo
• 25 g de almendras peladas tostadas
• Unas hebras de azafrán
• 1 hoja de laurel
• 1 ramita de tomillo
• Aceite de oliva
• Pimienta negra, sal

Instrucciones

1. Preparamos los vegetales. Pelamos las patatas, las lavamos con agua fría y las troceamos, chascándolas. Pelamos también el tomate, la cebolla y los ajos; pasamos el primero por un rallador, picamos la cebolla y dejamos los ajos enteros.
2. Limpiamos los trozos de conejo, los secamos y los salpimentamos al gusto. A continuación, los pasamos por harina y los sacudimos ligeramente para eliminar el exceso. En una cazuela con un fondo de aceite bien caliente, sofreímos los ajos enteros a fuego suave y, cuando empiecen a dorarse, los retiramos.
3. Si hace falta, vertemos un poco más de aceite en la cazuela, incorporamos los trozos de conejo y los doramos por todos los lados, removiendo. Añadimos la cebolla y la sofreímos entre 5 y 7 minutos, hasta que esté tierna y transparente. A continuación, agregamos a la cazuela el tomate rallado y la hoja de laurel lavada. Dejamos cocer a fuego suave hasta que se evapore toda el agua que suelta el tomate y agregamos los trozos de patata.
4. Hacemos el majado. En un mortero, machacamos los ajos fritos con las almendras y el azafrán. Vertemos un poco de agua, mezclamos hasta obtener una pasta granulosa y la incorporamos al guiso; removemos hasta que se integre. Añadimos 350 ml más de agua a la cazuela, salpimentamos y mezclamos.
5. Dejamos cocer la carne 35 minutos, moviendo la cazuela de vez en cuando para que no se pegue al fondo. Cuando los trozos de conejo estén tiernos y la salsa haya espesado, retiramos el guiso del fuego y lo servimos espolvoreado con el tomillo, lavado y picado menudo.